A pesar del escepticismo que genera este tipo de negocios, cada vez más es una alternativa económica
Liliana (*) no tiene nada propio. Ni casa, ni vehículo, ni siquiera un título profesional. Lo único que tiene esta mujer de 25 años son deudas. Lleva siete años trabajando y el salario solo le alcanza para solventarse los estudios y ayudar en su casa.
Aun así, permanece firme, convencida. Y no duda al entregar dos millones de pesos, que acaba de prestar. Ese dinero le servirá como inversión en un nuevo modelo de negocio: el mercadeo en redes, también conocido como mercadeo multinivel.
Ella sabe que lo está arriesgando todo. Sus sueños y sus anhelos están puestos en los productos que le entregaron a cambio de su inversión. Pero aquello no la amilana, pues sabe que no tiene que venderlas obligatoriamente. Solo tiene que promocionarlas, mostrar sus beneficios y persuadir a dos personas más a que, como ella, vean una oportunidad de negocio e inviertan cada una, dos millones de pesos.
De eso, y de que estas dos personas hagan lo mismo, depende su éxito. Pues su red debe expandirse.
“Bien puede parecer una ‘pirámide’, fue lo primero que pensé cuando me explicaron el negocio. De por sí soy muy desconfiada”, explicó Liliana. Pero después de conocer el modelo de comercio y cerciorarse de la legitimidad de la empresa, ella vio una oportunidad para mejorar su vida.
Liliana no es la única interesada en invertir en el mercadeo en redes. Los eventos para explicar este tipo de mercadeo siempre están repletos de personas que buscan otra opción para ganar plata y mejorar su vida.
Para Patricia Cerra, directora de la Asociación Colombiana de Venta Directa (Acovedi), representa una tendencia. “El mercado de Medellín en venta directa es de los más desarrollados localmente. En estos negocios no hay dinero fácil y el éxito depende de las metas realistas que se impongan y del trabajo que se le dedique para alcanzarlas”, dijo Cerra.
Este modelo de negocio es para todos. Desde gerentes de banco, hasta simples trabajadores como Liliana. Ya que el modelo funciona básicamente de esta manera: se invierte un máximo de dinero, por lo que se recibe un producto.
Luego se debe auspiciar o apalancar a un mínimo de dos personas más que hagan lo mismo con otras personas, lo que les brindará una comisión. Y así sucesivamente haciendo que la red crezca. Es un comercio de ‘voz a voz’, donde la confianza es vital.
A pesar de que por sus características puede llevar a la desconfianza, esta red de mercadeo es totalmente legal, en la mayoría de los casos. “Quienes quieran ingresar a estos negocios deben estudiar y entender la ley 1700 de 2013, la que aclara que si una compañía se declara multinivel, qué debe revisar”, explica Cerra
Lo que diferencia el network marketing (mercadeo de redes) de una ‘pirámide’ son fundamentalmente tres cosas: la primera es que manejan un producto y lo comercializan; lo segundo, es que hay un tope financiero de ganancias; y, por último, la recompra de producto que cada socio realiza que asegura una ganancia y puede lograr una libertad financiera.
La mala fama que genera este tipo de negocios es debido a que las personas no lo saben desarrollar bien y, cuando no ven resultados, comienzan a hablar mal no solo de la empresa, sino del modelo de negocio.
15 de abril 2014
Fuente: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-13835915
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